sábado, 1 de junio de 2013

Marilyn Monroe,la hija de la soledad.

Su verdadero nombre era Norma Jeane y nació en 1926. Hija de un padre desconocido y de una madre esquizofrénica, la infancia de Marilyn fue acumulando traumas entre orfanatos y padrastros hasta que a los 16 años se casó con un soldado. Sus curvas de adolescente y su increíble belleza la fueron transportando de un hombre a otro sin que se la viera feliz. Su infancia y adolescencia estuvo tan falta de cariño y estabilidad como repleta de familias adoptivas, abusos sexuales y miseria emocional. 
A lo largo de toda su vida fue consumida o devorada por hombres de distinta condición hasta que su criada la encontró muerta en agosto del 62.  Su imagen es, posiblemente,  una de las que mejor representen su época.

Tras trabajar como modelo en muchas revistas, comenzó en el cine en unos títulos olvidables que no consiguieron el favor del público.
Sus primeros papeles importantes fueron en 1950 en dos grandes películas: La jungla de asfalto de John Huston y Eva al desnudo de J. L. Mankiewicz. Poco más tarde, en 1953, pasó a ser uno de los rostros más conocidos en Hollywood y trabajó como actriz principal en  Como casarse con un millonario de Jean Negulesco, Los caballeros las prefieren rubias de Howard Hawks  y en Niágara de Henry Hathaway.
Su carrera continuó con Río sin retorno" (1954) de Otto Preminger, "Luces de candilejas" (1954) de Walter Lang, "La tentación vive arriba" (1955) de Billy Wilder, "Bus Stop" (1956) de Joshua Logan y "El príncipe y la corista" (1957) de Laurence Olivier. En 1959, de nuevo bajo las órdenes de Billy Wilder demostró su talento para la comedia con su trabajo más recordado, la inolvidable “Sugar” de  "Con faldas y a lo loco" (1959). Después  intervino en "El multimillonario" (1960) de George Cukor y en "Vidas rebeldes" (1961), un título de John Huston con Montgomery Clift y Clark Gable y con guión de su marido Arthur Miller.  Curiosamente sería el último film tanto de Marilyn como de Gable, y uno de los últimos del malogrado Monty Clift.

A pesar de ser muy comentadas la falta de puntualidad y de disciplina en los rodajes, también es cierto que todas las películas en las que participó han quedado mejoradas por su insultante belleza rubia. Su capacidad para crear personajes seductores, y a la vez vulnerables, generaron turbulencias en el espíritu de multitud de admiradores.
Muchas generaciones de hombres, desde cualquier rincón del planeta, han derramado sueños dorados sobre su encantadora miopía, su excitante caminar sobre altos tacones y su tierno desamparo. Ese delicioso guiño de sus ojos nunca pasará de moda.

Sin dudas,una ídola. Por haber pasado por tanto,y no haberse rendido.
Personalmente no creo en su suicidio,por más de que los registros oficiales esté prescripto el suicidio.Fue una luchadora,que sabía demasiado,precio que debió pagarlo con su muerte,temprana y súbita muerte física.Pero como se decía antes,ella no pasará de moda.Su belleza perdurará siempre.
A pesar de todo pronóstico y conjetura, consiguió ser uno de los mitos del cine y de la cultura occidental del siglo XX.